Para el 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que al menos el 40% de la población mundial duerme mal o ha sufrido algún tipo de trastorno del sueño. Por lo que hay tratamientos y técnicas que disminuyen el problema. La dieta, por ejemplo, puede ser un aliado para un buen descanso.
Por lo anterior, nutricionistas y expertos han estudiado sobre los tipos de alimentos que ayudan a conciliar el sueño. Como resultado, han surgido pistas que resaltan la importancia de los componentes de la comida, pues cuando son ricos en aminoácidos como el triptófano se produce la serotonina que es la ‘hormona de la felicidad’ y esta a su vez, se convierte en melatonina, encargada de favorecer el sueño.
Aunque la alimentación no es la clave para generar buenos hábitos del sueño y para combatir enfermedades relacionadas con este, si es una herramienta que puede apoyar tratamientos médicos o épocas de estrés en que el descanso profundo sea difícil de concebir. A continuación, los cinco alimentos que mejorarán su experiencia al dormir.
Uvas pasas
Ideales para usar como adición en tostadas integrales, en una mezcla de frutos secos o incluso con yogurth. Son aliadas de la melatonina por su riqueza en vitamina B6, calcio y magnesio. Comerlas solas, es otra opción. Todo con este ingrediente es válido siempre y cuando se consuma media hora antes de ir a la cama.
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Los cereales
Son una fuente de hidratos de carbono y proporcionan una alta cantidad de triptófano. La avena, el arroz y el maíz son fuentes naturales de la hormona que regula el sueño. Sin embargo, es recomendable consumirlas en su versión integral por contener más fibra y vitaminas; en comparación con su versión refinada.
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Miel
A pesar de que este alimento es un edulcorante natural, se encarga de elevar un poco los niveles de insulina y de facilitar la entrada del triptófano en el cerebro. Lo que deja actuar sus propiedades inductoras de sueño y propicia el buen descanso.
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Leche
Tomar un vaso con leche caliente es una vieja técnica que han usado madres y abuelas para inducir el sueño en niños inquietos o con alta actividad en las noches. Conocida por muchos, esta práctica relaja el cuerpo y crea los factores ideales para caer en un sueño profundo.
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Huevos
Agregarlos en la cena es lo más fácil. Incluso, se puede preparar un huevo cocido y pasarlo con una taza de té endulzada con un toque de miel. La temperatura y la composición de dichos alimentos son la mezcla perfecta para tener un sueño de alta calidad.
Fuente el Tiempo
Maria Eugenia Delgado
MFLR